16.12.09

Qué mal, bien.

Pollolobo. Pollo del Moncayo. Lobo del Moncayo. Pollobobo. Locopollo. Polloboy. Lollipop. Pollolobo. Pollastre del Moncai...

¿Un pájaro, un avión, Superman?

¿Una letanía de supervivencia?

¿Paco Martínez Soria redivivo y su coro de alegres señoritas danzantes, en plan new age?

¿Es esto una pájara, resultado de no haber podido entrar en su museo (del sr. Martínez Soria) de Tarazona?

¿Es esto el resultado de su inmediata mitificación, su ascenso a los altares, al podio supremo de lo inalcanzable?

Todo fue un espejismo.

Recordad lo del flow, ese estado mental que dice que somos capaces de olvidarnos de nosotros mismos abstraídos en una ocupación, después otra y después otra sin dejar de estar concentrados y sin dejar de estar atentos al entorno.

A San Luis Gonzaga, de niño, le preguntaron qué haría si se muriera inmediatamente y respondió que seguiría jugando. Eso es el flow. Eso fueron cuatro días en el Moncayo.

Eso era correr.


pd: Es un poco en clave, pero que valga para los iniciados

29.11.09

El corte de la Carretera de les Aigües


Siempre pensé que el paso del carrerista era equiparable al del paseante a la hora de mirar. Por eso pensaba que lo que decían en los congresos o lo que escribían los buenos iba a resultar en algo equiparable. Me toca pasear. Esto es, caminar sin rumbo fijo, sin necesidad de fijar el ritmo y dejándome llevar por la intuición de las zapatillas, siempre en busca de la tierra. Subo por las calles de la Mulassa hasta el Parc del Guinardó y en 10 minutos de una mañana de domingo no me encuentro a nadie. No es un paisaje metafísico como me ocurrió una vez lejana sino la constatación de la fealdad de la vegetación urbana en tiempos de sequía, raquítica, seca, rodeada de excrementos. El color del otoño es polvoriento como solo lo puede ser en Barcelona. La veo ante mí en el tramo que corona la rotonda donde dormita el conductor del autobús de barri. Me cruzo con hombres que eran de mediana edad cuando yo era joven. Ahora sus iniciales achaques les tienen fuera de los bares. El rincón sevillano, Delicias, El Lagarto de Jaén, Zaragoza, Paco 1, Las Cuatro Efes. Tomó el cortado en la terraza de Los Noveles. Ya no reparo en el nervioso clamor de los pájaros enjaulados mientras desayuno el periódico. Soy saludado cortésmente mientras los parroquianos hablan a voces. Por eso no oigo a los pájaros. Antes los oía en mañanas de esfuerzo. He visto en mi paseo recortada la Carretera de les Aigües sobre la sierra de Collserola. Conozco tan bien la curva al final de la ladera como el resto del camino. Me entran ganas de fumar.

28.10.09

El higuerón. San José de Costa Rica



Oscar Wilde decía que odiaba las vistas porque " they were only made for bad painters". Cuando aparecen al despejarse la persistente niebla sobre el cráter volcánico del Poás, nos engullimos la soberbia y sacamos la cámara cual japonés prototípico. Costa Rica es la tierra de los más de 100 volcanes, de la naturaleza ubérrima y accesible, de los nuevos mitos de la sostenibilidad, etc. Costa Rica podría haber sido un sueño de trotes sobre caminos selváticos señalizados y esquivar raíces, serpientes o perezosos en su toma de contacto terrestres como el de la foto.

En San José, el higuerón es una referencia real para los conductores y a la vez un ente inexistente. No es exactamente como el Espíritu Santo (ese gran olvidado en las últimas doctrinas eclesiales) porque a diferencia de este, el árbol higuerón siempre había estado presente y tangible. Simplemente, fue sacado de raíz. Pero sigue vivo para ellos porque lo nombran todavía en el sistema que tienen para orientarse. Así, yo trabajaba a 200 m Norte y 200 m Este del Farolito. Para ir a un sitio se ha de calcular en metros metros, conocer dónde están los puntos cardinales y a su vez retener donde están los lugares que orientan, en su caso el Farolito.
Me imaginaba entonces corriendo en ciudades desprovistas de calles y de números, en calles y plazas siempre iguales, regulares, imposibles de recordar pero en las que resulta imposible perderse. Me imaginaba una ciudad con solares vacíos, abiertos. En este país solo podía soñar en selvas y ciudades inexistentes y en buscar las mejores vistas posibles, aquellas que no perciben los malos pintores. Las descubrí en el televisor, en Matsui y en Rodríguez y las series mundiales, en la mala conciencia de las emociones de prestado.

11.10.09

Taxing.El Prat de Llobregat


El padre con gorra que quita el sol de la nuca empuja al niño con bicicleta de cuatro ruedas en el fútil intento de acompañarle o ser acompañado. Casi me doy al sentimentalismo en la vista de sus marcadas mejillas de esforzado. Alrededor del aeropuerto del Prat hay una serie de caminos que fijan una escenografía siglo XXI: el hight tech aeronáutico mezclado con la apelación a lo natural y al ejercicio en compañía. Se diría que los aviones contaminan menos cuando los ves en el mirador como quien ve las aves del delta (del río Llobregat) en su flujo migratorio. Se diría que las alcachofas y las coles del Prat son más verdes, más sanas y más ricas que cualesquiera otra. Es la ilusión del Sunday morning del aborrecido e injustamente infravalorado Lionel Ritchie y es la ilusión de haber utilizado cualquiera en su forma en plural y femenino. Es por eso finalmente que hoy todo parece otra vez muy nuevo, muy verde, muy sano, muy lejano, muy estudio de arquitectura moderno, de luz mediterránea y amable impecabilidad escandinava. El paseo es leve, las articulaciones no se resienten, la compañía es inmejorable. No me canso como tampoco lo habrá hecho el padre con gorra que quita el sol de la nuca. Ya en la tarde, duchado, postrado, sereno, la refulgencia de la sonrisa de niño de Lionel, el tramposo, el traidor del funk, me fija en su dentadura postiza.
PD. Como no se me incrusta correctamente el vídeo, paso el enlace. Hagan abstracción de los trajes, bitte, pero no así de las poses metaleras de la banda.

5.10.09

La reina de Gales

Laodamas, hijo de Alcínoo, rey de los feacios, en la "Odissea" traducida por Riba, le incitaba a competir.

"..car no hi ha glòria més gran per un senyor, a la vida,

que allò que amb els seus peus i amb els seus braons acompleixi"

Así, con estas citas de hace 29 siglos me iba despachando yo en el verano, con la esperanza de que las vacaciones fueran el inicio de la preparación de una nueva maratón y la consiguiente expiación de pecados anual en el tortuoso camino de gloria otoño-invierno de los populares.
Seis minutos de trote de niña en Cantreff, junto al canal del río de las lánguidas embarcaciones y esforzados gondoleros padres de familia en la tarde galesa, no parecían nada serio. Al final del camino estaba el castillo del primero de los Tudor, en Pembroke, pero la historia continuó lejana e inasible a mis rodillas.


Al día siguiente, en Tenby, compró en la librería el top 1 de ventas, un relato en primera persona de Rosie Swale Pope que con 57 años dio la vuelta al mundo por el hemisferio norte: Europa, Asia, Siberia, Alaska, Estados Unidos, Islandia y vuelta a casa. Me engolfo en la lectura con vagas esperanzas de imitatio y pasó del Ulises astuto y resonante a la dama siempre esperanzada, siempre agradecida, siempre valiente. Ulises, el ingenioso, respondió a Laodamas que "¿per què m'inviteu amb mots que fereixen?" y escurrió el bulto y compitió de la mejor manera que sabía: explicando su historia de venturas y desventuras, y emocionándolos sencillamente como Rosie me emocionaba en las noches de verano.

7.8.09

La malheur. Londres


Con esperanzas de iniciar mi "temporada", me aguardaba el tiempo del norte, caminos conocidos y días tranquilos. El origen del caballero inglés viene de la postración por sus rodillas: Knight-knee. He aquí que yo descubro mis orígenes nobles. El dolor me hace famosear (por las muñecas) en dos intentos que juzgue alentadores pero que resultaron patéticos. No sé qué tanto por ciento vacacional se ha ido al garete. No quiero ni pensarlo. El eubeo león de la izquierda, que acompañó en el comercio (rapiña) mediterráneo a sus propietarios por Siria o por Sicilia o por Túnez y que ahora yace tranquilo delante del jarrón exquisitamente decorado del s.VIII a.c. se ríe claramente de mi desazón. Recapacito: ni somos caballeros ni gentilhombres y por lo tanto el león, que es el símbolo reconocido del poder, claramente me ignora. Dice el otro*: "Toute souffrance est bonne ; toute souffrance est utile ; toute souffrance porte ses fruits ; toute souffrance est un univers". Apuro la copita de vino rosado de botella de tapón de rosca en el ferragosto londinense, destapo la cajita con los seis donuts (1,98 € al cambio) y procedo a esperar.

*Michel Houellebecq, Rester vivant. Méthode


2.7.09

La mano baja lenta. La Monumental. Barcelona


Y el diestro corre. No huye, busca la distancia para provocar alegre la embestida. Es el único arrebato diferente a los otros, verticales y circulares. El toreo, como el baile, es arte del caminar. Quien no lo entienda así hace remolinos que no mueven el aire, mero gesto barroco aunque el toreo sea una danza de vueltas. El torero traza emocionados pases precisos. La serenidad es el desmayo. No quiere alargar, quiere descender. Está buscando el centro del universo. El toreo es un arte del caminar que no necesita de piernas sino de manos que alivien los caminos. Cuanto más abajo, más ciertas, más cerca nuestro. Hace años lloró, hoy las lágrimas eran de otros.

15.6.09

El nuevo siglo victoriano. Londres

To Nina

Los británicos consideran que Obama les robó el protagonismo en la celebración del 65 aniversario del D-DAY cuando fue de ellos el mérito principal. Se sienten desagradecidos por los franceses que no invitaron a su principal mujer, la reina. Es el orgullo herido de la pérfida Albión que ahora asiste además a un drama de profundidades shakesperianas, de palabras fuertes acabadas en -ón: traición, ambición, conspiración.

Durante la noche del aniversario cayó la negra tempestad. La mañana es fresca y clara, genuinamente inglesa. Desconozco la temperatura en Normandía, pero aventuro que fue la misma. Voy por el camino ya conocido, cabe el Támesis, bordeo charcos y me pican las ortigas. Un cartel lo anuncia como Pedestrian Walk pero debería ser llamado como Runners Walk ya que no hay caminantes (desaparecidos, timoratos) sino básicamente corredoras. Son ellas las lady Macbeths brownianas y ellas las líderes de las diferentes universidades inglesas y americanas (y seguro que españolas), las verdaderas principales mujeres.

Corren más y con más constancia que los cinco pelagatos con los que me cruzo. Enarbolan camisetas de clubes atléticos como los ciervos lucen su cornamenta y hablan fuerte para las costumbres locales, pero ellas son más y por lo visto más preparadas. Son rubias, altas, y fuertes como lo son las remadoras de los clubes de Putney , que bogan paralelas a mi trayecto. Todo huele o recuerda a la vieja y gloriosa Inglaterra. Hay una de las remeras que es pelirroja, que no es ni más alta ni es más fuerte que los demás, pero se destaca. Tiene algo antiguo en su porte, una sombra meridional quizás. Parece como el resto pero es diferente. Es una no correspondencia exacta. Es una de las suyas pero también es una de las nuestras.

Los patos salen en bandada y cruzan el río hacia Fulham y después hacia Chelsea. Algunos británicos se sienten, pensando en la pelirroja más agradecidos a otro sur que no es el francés y los del sur, por una vez, se sienten doblemente agradecidos a los británicos. Estos, ya olvidados sus dramas, miran hacia delante, lejos, donde los patos.

6.6.09

Trifásico mañanero.



Llegó el calor y ya estoy en el parque Güell bien pronto. Subo y bajo por el tramo del riachuelo que aparecía y desaparecía según las lluvias y que guardaba los hilillos de agua donde cada verano nacían renacuajos. Renacuajos de Barcelona, con denominación de origen a la sombra de los algarrobos. Aquí los buscábamos y guardábamos después en botes de cristal. Renacuajos negros a los que vi nacer las patas y después despeñarse desde un incierto receptáculo en un patio de luces del Carmelo donde pensaba que vivirían con nosotros en nuestra humilde morada, en bella compañía. Era entonces cuando llegó el profeta, con sus largas piernas y sus botas Puma, que era el detalle que le diferenciaba de todo el resto y aquella liga hubo por fin un paseo triunfal y el 0-5 y yo que lo disfruté jugando junto a los muebles de formica entre radios, humo y olor a licores. Nunca más supe de aquello. Pasamos después del blanco y negro de la televisión a ver mejor los colores pero entonces fue el blanco más persistente para mí y para los míos, pero no por ello, desafortunadamente, más triomfant. Y el niño que admiraba aquellas botas ya no se fijó más en ellas porque miraba las de los otros. Y pasaron los años. Y el joven hombre que olvidó aquellas botas y al que le dieron vergüenza los cariños de su presente, esa es la verdad pusilánime, dejó finalmente de interesarse por los unos y por los otros porque tenía la secreta esperanza que todo aquello pasaría y no volvería más y le dejarían en paz. Y aquello siempre vuelve, ya está inserto en el ADN de las mayorías. Y otra vez a las andadas inversas. Pero así como es imposible no sustraerse, es posible no sentir. Claro que disfruto del momento y tengo alegría, empatía y correspondencia, como diríamos, colectiva, pero hay algo que no fluye, que no acaba de salir de dentro. Y eso sale o no sale y ni sale para estos ni mucho menos para los otros.
Un día apunté que solo soy quien dejé de ser y al otro descubro en JB BALLANTINE que el historiador Hosbawn dejó dicho que “no soy capaz de recrear la persona que fui”. Parecen antitéticas pero ambas frases tienen razón. Soy el de siempre, más triste, viejo, cansado y pensativo pero los recuerdos están ahí, traicioneros y reveladores. En el riachuelo del parque ya no se estanca el agua. Ahora está canalizada, controlada en su desagüe. El riachuelo está seco. No quedan ni renacuajos ni algarrobos. Esta mañana la ciudad bulle esta como ocurrió hace tantos años aunque no me acuerde. Los niños todos y los míos van vestidos con sus colores y cantan y cantan. En el colegio se oye el himno por los altavoces derretidos.

22.5.09

Contrareseña. O la dignidad gafapastista.


Pues es una suerte que haya comentarios como el que sigue, que es el segundo del anterior post y en el cual el amigo sinaloense se desparrama. Nada más que por eso, trato preferente, y además va del correr:
NOTA: lo de la avispa y la mariposa lo cogí de una reseña sobre el libro de Norman Mailer sobre Clasius Clay, que no es la que está vinculada, advierto

Hace menos de dos meses estuve en casa luego de tres años de ausencia. Un tema al que recurro últimamente. El paseo por casa hizo posibles momentos varios. Primero, claro está, ver a la familia. Después, casi con la misma importancia, ver el puerto en el que crecí y del que, a pesar de las filiaciones primer-mundo estoy, de forma real o fabricada, enamorado. Lo demás fueron dos semanas iniciales jugando al asunto de la escritura. O lo que sería algo similar jugando a los epitextos y los peritextos. (Hago amagues, salto la cuerda, subo y bajo escaleras; pierdo sólo medio kilo). Fue una buena experiencia. Mirar el ejemplar impreso sólo unas horas antes de presentarlo. Llenar el ágora improvisada a los pies de un kiosco en la plazuela donde se hace una feria sobre libros. Una feria a la que asistí ya muchas veces. Como lector adolescente primero, luego como currante librero de ocasión y ahora, como novel autor. De lo que se dijo y de lo que se intentó allí poco vale la pena traer a cuento, aunque sea eso lo que hace prudente este comentario. Sólo reiterar una insistencia pertinente ahora con eso del contrareseñismo: ejercicio. (Abdominales, sentadillas, bicicleta; ni un kilo). A pesar del ejercicio lo menos loable sería pedir entonces indulgencias que apelen a la juventud del autor. Nada de eso. Pero sí insistir en la inocente, no por eso menos genuina, necia, creencia en los proyectos de obra. Entonces lo común de los agradecimientos: el atrevimiento de las citas del crítico, la figura esa, de la avispa y de la mariposa y, sobre todo, el futuro que se augura, idea en común con la inocencia de la obra-proyecto.
Aquí también el punto y aparte necesario, el legítimo gafapastismo. Las pretensiones no son intelectuales, encima de ellas se empeñan las creativas por un asunto sencillo. El joven autor, embelezado sí por los proyectos, por las formas, por las estructuras, por las elucubraciones ombligistas, que, si acaso son en apariencia actuales se intentan ya desde hace demasiado, no es capaz de afiliarse a los intelectuales admirados, no hay verdades disponibles en su mochila negra. No hay oportunidad para hablar más allá de lo poco que pasa por delante suyo, llamémoslo falta de experiencia, llamémoslo modestias falsas y modestias verídicas. Ahora, el argumento es ese. (Salgo a correr al parque, hago calistenia; apenas kilo y medio, ya es bastante.) Agotado por el ejercicio, tal vez me coma un chocolate y la rutina agotadora se prolongue más sesiones. A fin de cuentas es que soy bajito y hacer cintura me resulta un poco más difícil, será por que los kilos que subo se me notan muy rápidamente.

Por aquello de que yo tampoco me lo creo, puede consultar un apunte metaliterario en el siguiente cerrado y muy poco bloguero espacio:
http://archivohashed.blogspot.com/

16.5.09

El Renault 7 en Mazatlán, Sinaloa, México.


De corredor globero a crítico ocasional, de algo hay que morir. Dice Mario Hinojos, el señor de la foto, autor de la novela "Round de Sombra" que no tiene pretensiones intelectuales, sólo creativas. Y yo no me lo creo.
Cierto gafapastismo literario busca desiertos, territorios límites, carreteras, si son secundarias mejor, truculencia. Un cierto aire vintage diríamos. Y si no, qué pinta el R7 accidentado en la costa este americana. Una pena no haber recuperado el color crema que era propio de muchos de ellos. Cierta corriente actual se recrea en la estética serie B. El tufillo manierista se intenta corresponder con la apelación al fragmentarismo. Es entonces cuando asoma la parte más peligrosa, la metaliteratura, el intento de explicación de la poética propia bien de manera directa bien apoyada en el repertorio de citas e introducciones. Son estos los kilos que ha de perder el boxeador antes de su entrada en el ring.
Pero, ai las, resulta que aunque no adelgazó, tiene cintura y combina bien la frase corta y las ráfagas de acciones con sintáxis más atrevidas. Que adjetiva fetén: "canilla cóncava, lampiña y delgada, el jugo agridulce y aceituna", que los temas son buenos, de los que permiten hablar de lleno del amor, el tiempo y la muerte: la renuncia, la desaparición, la impostura, el suicidio. Y es así cómo en tres páginas explica con brío y profundidad la historia del Mongo Minnioso, como un fantástico cuento hipercorto. Es entonces cuando me creo lo de que no tiene pretensiones intelectuales. Estas han enmudecido, han salido del foco y se han convertido en el motor de la búsqueda de la palabra precisa al servicio de diferentes niveles de lectura, donde se cruza la pequeña historia con la gran Historia, las personas con las inspiraciones, el tiempo con sus letras. Y es en estos momentos donde, como el gran Cassius Clay, el texto flota como una mariposa y pica como una abeja.
Intuyo que todo lo que vendrá después está en "Round de Sombra". Será un bonito ejercicio ir desentrañando las señales para los críticos y los lectores del mañana porque su proyecto es muy ambicioso aunque el autor lo niegue.

- "deje de andar de hocicón y concéntrese en lo suyo JJ"

Te tomo la palabra y a otra cosa, mariposa

22.4.09

El churrero vocacional. Málaga-Bruselas



Volvemos al sur otra vez para mantener la memoria y también para intentar que quede fijada. Retengo la foto de familia que buscaba, sin blanco ni negro, llena del color de las tardes del sur. En aquella hubo nubes y un aguacero que limpió las calles, que las hizo más brillantes todavía que el parque de Málaga cuando lo riegan con meticulosidad cada mañana. Este es una ensenada de árboles con maneras de jardín botánico donde juegan los niños a subir al castillo de madera y sus padres les suben al burrito de metal y les hacen la foto como todas las familias de la ciudad han hecho los últimos 40 años. Allí encontré la foto sobreexpuesta a la luz.
“En secreto, escondo mis temores” y en público presento mis perplejidades ligeras.
Hoy he vuelto a otro parque, al de Bruselas, de rectángulos y triángulos masónicos, y lo veo por primera vez soleado y radiante, polvoriento casi. Siempre que vengo a la capital de Europa lo busco y esta vez he llegado a él par hasard. Volvimos a Málaga buscando al churrero de la esquina de la calle Merlo y él ya no estaba. Yo lo había visto, feliz con las jeringas y el aceite, los fines de semana después de su trabajo blue collar. No sabemos dónde fue pero sí que su vocación era bien firme, estirpe pura de Málaga.

13.4.09

VISTAS DESPEJADAS (2007-2009)

He recorrido parques a la tarde y a la mañana, puertos y playas, urbanizaciones y murallas, centros de ciudad y polígonos industriales. No me adentré por parajes inexplorados y si lo hice fue con aprensión y sin voluntad de ver, sólo huir. He visto la foto inversa de las industrias y los cementerios industriales olvidados simplemente unos años antes. He tenido la sensación de las mañanas extrañas en los países raros y la certidumbre de descubrir algo que, después de escrito, es solo recuerdo. Mero heroísmo urbano.

Han sido días de pequeñas exploraciones y pequeños descubrimientos. Correr es una posibilidad de experiencia estética: a pocos metros de donde estés siempre habrá un escenario móvil, con profundidad de caja y atrezzo natural y un presumible hallazgo visual o de otra índole. Correr es una palanca hacia otros tiempos de menos uniformidad natural, espacial y también mental. Necesitamos otros sitios, candidatos al desfile de lo bello y después al de lo manido aunque todo sea reconocible: las vacuas novedades y los restos de un pasado que empieza a ser lejano pero que sigue pesando lento, muerto, pobre y lo que es peor, equiparable.

Pero también hay veces en que el mundo es un pequeño lugar tranquilo, que sus restos son habitables, que hay gratitudes irremediables o que disfrutamos del regalo de la luz reparadora. El esfuerzo es un ejercicio de nostalgia, un seguro activador de los resortes de la evocación. Así, las mañanas son extrañas y son también estados de ánimos, unas veces errantes y otras veces fluyentes y las serenas o las muy serenas se apuran respirando fuerte. En la ciudad, con suerte, el sol pálido mece un leve viento o el pálido viento mece un leve sol.

Sólo quedan sensaciones sobreexpuestas. Los capítulos de gozo y de los momentos de nostalgia, del tanto tiempo perdido y del tanto tiempo aprendido. El cuerpo que se resiente. El recuerdo que se desvanece. La vida animal de la ciudad vista y oída. El renacer necesario. La corta vida de perro por gastar. Las geografías trastocadas en un mundo más corto aún.

Ha sido un ascensión a lo divino real. Todo ha sido rápido, extraño y amenazante.

19.3.09

Ancianatos y viejotecas. Medellín


COLONIALISMO UTÓPICO:

Def. 1.Dícese de aquella buena intención (explícita o no) que intenta modificar las otrora actitudes dominantes en actitudes colaborativas y de las dificultades (reales y cosméticas) que padece en su camino de perfección.
Def. 2: Paternalismo s. XXI
Términos relacionados: CONSULTORISMO TROPICAL. Vid. Vídeo en COLONIALISMO UTÓPICO: http://cristaltunel.blogspot.com/2008/07/el-becario-templario-limoges-carcassone.html

Según Sábato el español de la península y el de América dicen lo mismo pero nombran cosas distintas. Sin ánimo de faltar, parece que también decimos otras cosas. Las palabras son mutantes pero tienen sus anclas en realidades extrañas. La toponimia de las ciudades no sólo pertenece a sus distinciones administrativas sino también a los lugares donde la gente entra y sale cada día. Sólo por sus nombres sabemos que sus vidas son otras, las posibilidades diferentes. Es un recurso fácil para imaginarnos lo que se nos escapa. 
Valga aquí una enumeración simple a la que se añaden las dos del título: parqueadero que obliga a parquear en reversa, Servicio de Inyectología, Desayunadero o Estadero, Festival de Langostinos, Cafetería Carismática, Ajigagos y mondongos, Semilladero, Supercerdo y Superpollo paisa, Narcóticos Anónimos, Iglesia Cristiana Cuadrangular, Guadañadería, Porroteca… Y de esta manera tan tonta, simplemente registrando la piel de la ciudad, parece como si las palabras invitaran al goce y no al descalabro, como si la exuberancia ambiental se inmiscuyera , más allá de la verborrea y la obsequiosidad, en los simples rótulos, en los anuncios, en el mero intercambio comercial.
Veo los blancos Alpes ahora desde mi ancho asiento para alemanes. Un sol perfecto resalta someras nubes sobre algún glaciar. Es obscenamente pronto y no puedo dormir. Dejo atrás la fiesta de la lengua. La geografía aprieta ahora. Hará frío.

17.3.09

La chica de ayer. Medellín


Confieso un cierto resquemor al salir, pero encontré rápido el parque y la posibilidad de un circuito que hoy se ha repetido. El resquemor sigue, pero dominado. A las 6.45 unas niñas del Colegio Salesiano San José siguen uniformadas a una profesora con bata y sentada sobre el quicio de la mesa o a otra que pasea indolentemente recitando en su letanía. Antes he visto la Iglesia del Poblado llena y hoy es lunes. Ya en el parque, una señora reza delante de una escultura de la Virgen Milagrosa resguardada entre palmeras. Está allí en dos vueltas consecutivas, las mismas veces que veo el gallinazo, una especie de buitre pequeño y negro que carroña detritus urbanos. La chica de ayer está barriendo hasta que para y toma su café, de pie. Ve al gallinazo que se pasea entre la basura rota. En otros sitios, son las palomas de la paz las que escarban, aquí son los pájaros de mal agüero. Después de tanta fatiga, mira al animal que ha abierto otra bolsa y le pide suavemente que no le chimbee, que no le va a fastidiar el día nunca más.

PD. Siempre suyo, Guanabana y Papaya

21.2.09

End of the story. Washington


Veo en la habitación del hotel a Gilbert Grape – Johny Depp preocupado por Arnie –Leonardo di Caprio y acompañando a su madre a la comisaría. Ella, que es una especie de monstruo por su gordura, hace el esfuerzo terrible de salir de casa para sacar a su pequeño Arnie de la comisaría después de una de sus trastadas. Camina hacia el coche sabiendo que el pueblo está mirando al monstruo. Johny Depp vuelve a casa orgulloso y preocupado, ella hundida. Ha hecho lo que tenía que hacer y sabe lo que se le viene encima.

Casi he cumplido lo que tenía que hacer. Está claro que no seré un héroe Perez-Revertiano porque ellos siempre se atienen a sus propias reglas. Por eso no somos héroes sino currelas, pero lo hecho, hecho está. Se acabó la obligación escrita en el frontispicio: "Cada semana y hasta marzo 2009 irá cayendo una breva actual o pasada para disfrute de los lectores, enseñanza a los legos, ilustración a los ignorantes, redención a los perdidos y conmiseración a los piadosos". El túnel de cristal será ahora la combinación de dos palabras risibles: un “repositorio” de escritos sobre lugares, correr y escribir y de lo que se me antoje y una “cartografía” de los sitios por los que he pasado. No hay más obligación ni más compromiso temporal, espacial o sentimental. Definitivamente, no es un blog sino un diario de carreras con ínfulas.

Tengo la intención de ver la superestatua de Lincoln en poco minutos y descubro por casualidad la intuición de ayer: el primer superhéroe americano . Ayer ví la de Jefferson, que parece una fatua imitación de las del Planeta de los Simios. Ambos son hombres de grandes y campanudas palabras (libertad, compromiso, sacrifico) que entiende todo el mundo y que dicen seguir estos americanos. Me quedo con Gilbert Grape (“we can go anywhere, if we want”) y su madre (aunque quizás sería mejor con la guapísima Juliette Lewis, puestos a pedir).

PD: “End of the story” es la expresión favorita del gran capullazo Tony Soprano para zanjar cualquier posible discusión. Pronúnciese con el ceño bien fruncido, mala leche y y ejecútese con un movimiento rápido de la mano izquierda en el que el dedo meñique erguido se muestre imperial.

19.2.09

Yes, we run. Washington


Perdóneseme el oportunismo de la frase pero es bien cierto que in illo tempore (long time ago) me repetía un mantra “Juan, you can”, “Juan, you can”,”Juan, you can” para motivarme y subir a las colinas de mis barrios o apretar los dientes cuando no me quedaban fuerzas. Me olvidé después durante cierto tiempo de la cantinela hasta que volvió a aparecer (vino pura, vestida de pureza) en los momentos de máximo esfuerzo… Su adaptación a los nuevos tiempos, luce aparente, “Yes, we run”.

Como era de esperar, no era el único que merodeaba en medio de ese fantástico decorado de películas y de noticieros que es el National Mall (la Casa Blanca, el Capitolio, el monolito memorial de la segunda Guerra Mundial, la sede del FBI) . Estadísticamente hay más corredores con pantalones cortos que con largos a pesar del frío de la mañana y de la estación. Comparo mi trayecto habitual hacia el Parc de Bruxelles y la capital de Europa empequeñece y se embellece a partes habituales. El imperio americano tiene el mismo destino que el que quiso construir Leopoldo, pero quiere creer que no será así y mantiene la esperanza en forma de pins, imanes, facsímiles de portadas, camisetas y mecheros de su presidente. “Yes, we run”.

Mi corazón se sobresalta al llegar a la Library of Congress (ver foto). Después de 20 años de oír su nombre en casa me doy cuenta de que está aquí. Hay una exposición sobre Lincoln, el primer superhéroe norteamericano. Por la noche coincidí con un abogado (A.P.L.) que decía representar a bibliotecarios y educadores en los comités legislativos sobre propiedad intelectual. Era tan igual (por edad y fisonomía) a un allegado de vida conscientemente disipada, que me estremecí. Decía haber representado también en una demanda por apropiación indebida de su biografía a Sam Moore, el de Sam & Dave, del sello Stax, en Menphis. El de la canción “Soul Man”. Esta vez me estremecí aún más. Bibliotecarios y cantantes legendarios representados por el mismo individuo. Me habló con admiración de la exposición sobre Lincoln pero yo ya estaba en otra parte, anticipando Rock Creek’s Park, el destino de hoy. “Yes, we run”.

31.1.09

Keizer Gebre. Bruselas.Addis Abeba


Siempre que paso delante de la catedral de Bruselas, que siempre está cerrada, camino hacia los rectángulos masónicos del Parc de Bruxelles, tengo bien presente que Carlos I Alemania fue allí declarado a la muerte de su abuelo Fernando, Rey Católico, en 1516. Años después, en Barcelona, recibiría la noticia que había sido elegido Emperador del Sacro Imperio Germánico. Sea en las mañanas frías, en las tardes brumosas o en las noches heladas me viene a la mente el prognático e imperial Habsburgo que acabó sus días huyendo supongo de tan pavoroso tiempo.
Técnicamente yo he corrido contra otro emperador, Heile Gebresselassie, en una mitja en Granollers. La verdad es que me lo crucé, a la mitad de kilómetros que había recorrido, y quedéme tan contento como los que venían conmigo. Fue una aparición: alguien que disfrutaba y parecía deslizarse sobre el asfalto como la extraterrestre de Mars Attacks, pero con la sonrisa impecable y diríase que alada. Dice mi hermano que el de la foto, sacada en el centro de Adis Abeba, representa a Gebre, pero yo no las tengo todas conmigo. Aunque también vuela, aparece serio e inexpresivo. Su piel es blanca y el bigote es menos frondoso. Miro un retrato que tengo del joven e imberbe Carlos I y me pregunto que hubiera sido de la Historia si en el siglo XVI la prótesis dental hubiera alcanzado un estadio más alto de desarrollo y que, por lo tanto, su legendaria glotonería hubiera padecido de mejores digestiones. Seguro que hubiera durado algún año más. El otro emperador, ajeno a estos detalles, flota en su altura cósmica, feliz, concentrado en algún nuevo récord, en la tranquila espera de la pérdida de su cetro.

26.1.09

El saludo. Port del Compte-Tuixent

Me molestan mis piernas aunque el asiento del avión de British Airways de Londres a Bruselas es amplio y ha pasado un día del esfuerzo y cuatro horas de los momentos de tensión en los que intentaba estimular (o no aburrir) a los de mi ramo. Ahora noto las piernas punzadas, un poco pesadas. Las articulaciones aguantan pero el músculo protesta. Ayer salía de la estación de esquí, de Port del Compte, con una cierta inquietud por las circunstancias: el piso, el hielo, el tráfico, la hora de llegada. Al cabo de ir apropiándome o reconociendo el paisaje del Pirineo y padecer las subidas y las bajadas caí en un ánimo distinto al del embudo de Vielha, que era simplemente triste.

¿Sería ahora el lustroso sol de invierno o la nieve azul acabada de caer o mi confiado (y lento) ritmo o era la espera del saludo de los míos, al volver ellos de la estación de esquí, cansados también, quien me mantendría constante? No había duda. Sabía bien que el saludo ahuyentaría al viento castigador y aliviaría la conciencia del dolor del tiempo.

Inicia las maniobras de aterrizaje el avión sobre el aeropuerto a Bruselas. Las piernas me han dejado de molestar.



Saludos a: Rosa, Raquel, Irene, Merche, Geli, Maica, Berta, Adrián, David, Kike, Max, Manuel, Jordi, Juan y Manolo.


18.1.09

El piso 26. Alicante



Desde allí arriba, contra el sol invernal del mediodía, veo parte del camino acabado de correr . Ha sido corto en espacio, no así en tiempo, gracias a una modelidad del autoflagelo a la que se llama series. Fueron ejecutadas (esa es la palabra) en una especie de epígono de parque junto al Barranco de las Ovejas. A la vuelta veo los ferris que parten hacia la isla de Tabarca, colonizada por ligures en la época de Carlos III. El tópico mediterráneo se cumple y la ciudad me trae a la mente Livorno (que a buen seguro ha sido genovesa) más que a las del sur y en parte a las griegas. Quizás hay menos heterogeneidad, bizarría, atropellos o el mal gusto que es muchas veces el desorden de estas riberas. Del mismo modo el puerto hurta a la ciudad el mar pero no la riqueza y su costura con ella lo separa más que le une, etc.
Sobre la ciudad se proyecta el castillo de Santa Bárbara en el monte de Benacantil, de tierras calcáreas, blancas, como todo el territorio que llega hasta Almería y que pone en su sitio la verdad de la aridez ambiente. Me creo entonces un emperador romano en su edad provecta (Marco Aurelio, Adriano, Augusto) que viera su imperio marítimo, todas sus ciudades y todas sus costas cansado y feliz, disfrutando del regalo de la luz reparadora.

10.1.09

Vida próxima I


Hete aquí que hay tres recorridos habituales: la franja litoral, los Tres Turons (con el park Güell included) y la Ronda de Dalt. En los tres hay posibilidad de rectas y ,por lo tanto, de no estar tan pendiente del tráfico, de la gente o de los perros.



El recorrido de la Ronda de Dalt, que es la parte básica del mapa de arriba, permite circular por un lateral que comunica barrios populares (Verdún, Guineueta, Canyelles) con barrios residenciales (Sarrià, Pedralbes). La vista lateral es Barcelona con mar al fondo. Como la altitud no es mucha, el recreo visual es moderado. Se pasa cerca de descampados (¡¡) y equipamientos ciudadanos: residencias, hospitales, centros sociales y deportivos. Por las obras, el kiosko del sempiterno churrero de pelo grasiento y bigote de actor lejano de la Clínica de Sant Rafael ha desaparecido. Las viviendas parecen lejanas o ajenas. El lugar de más densidad de personas son las cercanías del hospital del Vall d'Hebron, antes Francisco Franco, donde hemos nacido casi todos y donde ya empiezan a morir algunos. En una de las entradas a la Ronda, bajo una curva paellera en la que crecen matorrales y arbustos, veo las señales de la primavera invariablemente: lagartijas que se mueven y un cierto aroma de la hierba.

Quien tenga ganas puede hurgar en el mapa o ilustración sup. el desnivel existente en la tercera parte del recorrido. Volví a mi casa por las cuestas de los barrios de la Taixonera y el Carmel. Me pregunto qué destacaría el bueno de Pucurull Fontova en una de sus historias de las carreras de Barcelona fuera de las penas. Pasé por primera vez corriendo delante de la Biblioteca Juan Marsé, que ocupa casualmente un lugar en el que yo había trabajado y convivido hace 250 años. No se fue permitida la emoción por el cansancio y las ganas de acabar pero me estaba animando a hacer un "Vida próxima II" hurgando en el asunto.

Supra: la protoimagen del churrero al que me refería

3.1.09

The wine cooler


Empieza el año como se acabó, abonados al ensimismamiento y al spleen de las tardes de invierno. Busco el poema de Baudelaire, lo repaso y prefiero utilizar otra palabra a la de su título. Me da como un repelús. Encuentro otra frase, que es el título de un blog y que presumiblemente lo será de otro poema que me gusta aún más que la palabra spleen: música del futuro frío. Podría cambiarla yo por música del futuro seco, pero no será así.
Como esto va de correr, confesaremos que las marcas no avanzan y las recuperaciones son más duras. Me estoy haciendo a la idea de "how quickly things turn out another way" como dice el viejo Zuckerman y no hay nada de glorioso ni diría que digno en ello. También me doy cuenta que si seguimos por esta espiral acabaremos en los embudos ya percibidos. No hay más solución que recuperar los ideales (no medios, ideales) de la "joie de vivre", la endorfina, las ganas y las ironías matizadas y que no molesten. Me han regalado una neverita para conservar la temperatura de los vinos cuyo contenido me irá que ni pintado para volver a recuperarlos (los ideales). Ah, el futuro mejor que frío, a temperatura de servicio, "Hypocrite lecteur, - mon semblable, - mon frère!".