16.12.06

Atlántico. Gernika. (14-12-06)


0 grados y la escarcha. Frío del copón, dice la recepcionista del Hotel Gernika.Subo hasta la pequeña iglesia de Triñe entre caseríos, ovejas, prados y colinas. Veo la ola de Mundaka.Mientras me sumerjo en el sanctasantórum visual vasco, noto los pies helados, la falta de guantes y las gafas empañadas cuando el viento en contra. Sólo troto pero aún así sufro algo. No he visto cuervos ni gaviotas ni cualesquiera de las aves acompañantes. El camino sobre la carretera es como el de Garachico sobre el atlántico byroniano. Me acuerdo también de Cork y claro está del frío de Ulm y del efecto de la niebla en Graz. Durante un rato, tras pasar la vía del Euskotren, corro sobre el lecho verde y blanco de un camino perpendicular. Siento un cierto resquemor y retrocedo. Tras el esfuerzo, vuelvo a Triñe y noto como un aliento en el cogote.
El sol de mediodía en Bermeo es bárbaro, los azules casi gazmoños.

8.12.06

El Miedo. Cork. Irlanda (29-01-04)



El miedo:


  • A la carrera del domingo

  • A madrugar

  • A no levantarte

  • Al frío

  • A los resfriados

  • A circular por la izquierda (o por la derecha)

  • A despistarte

  • A los coches

  • A los camiones

  • A los despistados

  • A los imprudentes

  • A los cabrones

  • A los camiones con ruedas de 1,5 m de diámetro

  • A los cuervos

  • Al piso que resbala

  • A la escalera helada

  • A los tobillos

  • A los perros

  • A los perros no atados que ladran

  • A los perros no atados que ladran y cuidan casas sin vallas

  • A no calentar a tiempo

  • A perderte



3.12.06

Santa Isla Margarita del Duna. Budapest (1-12-06)


Hay también una isla Margarita en Europa. Está entremedio de Buda y Pest, en la capital de Hungría. Tiene instalado un circuito de unos 6 kilómetros que la circunvala. El circuito es de tartán o de moqueta. De algo más blando y sintético que la tierra, en definitiva. El golpe de las piernas se amortigua y las articulaciones no sufren tanto. Hay corredores a primera hora y vistas sobre los dos lados de la ciudad o sobre las dos ciudades. En uno se vislumbra el skiline de las postales, en otro el Parlamento imitación UK y en otro un muelle con barcos. La mayoría son para los turistas. A pesar de los restos de un persistente resfriado, disfruto al cruzar la mitad de las negras aguas del Danubio. La niebla y la falta de luz siguen dando carácter a la ciudad, no así el frío, el gran desapareciente de Europa. Los promotores, algunos españoles, construyen lofts de última generación con vistas al gran río. Nadie se escapa a la grúa en el trópico perpetuo.