19.3.09

Ancianatos y viejotecas. Medellín


COLONIALISMO UTÓPICO:

Def. 1.Dícese de aquella buena intención (explícita o no) que intenta modificar las otrora actitudes dominantes en actitudes colaborativas y de las dificultades (reales y cosméticas) que padece en su camino de perfección.
Def. 2: Paternalismo s. XXI
Términos relacionados: CONSULTORISMO TROPICAL. Vid. Vídeo en COLONIALISMO UTÓPICO: http://cristaltunel.blogspot.com/2008/07/el-becario-templario-limoges-carcassone.html

Según Sábato el español de la península y el de América dicen lo mismo pero nombran cosas distintas. Sin ánimo de faltar, parece que también decimos otras cosas. Las palabras son mutantes pero tienen sus anclas en realidades extrañas. La toponimia de las ciudades no sólo pertenece a sus distinciones administrativas sino también a los lugares donde la gente entra y sale cada día. Sólo por sus nombres sabemos que sus vidas son otras, las posibilidades diferentes. Es un recurso fácil para imaginarnos lo que se nos escapa. 
Valga aquí una enumeración simple a la que se añaden las dos del título: parqueadero que obliga a parquear en reversa, Servicio de Inyectología, Desayunadero o Estadero, Festival de Langostinos, Cafetería Carismática, Ajigagos y mondongos, Semilladero, Supercerdo y Superpollo paisa, Narcóticos Anónimos, Iglesia Cristiana Cuadrangular, Guadañadería, Porroteca… Y de esta manera tan tonta, simplemente registrando la piel de la ciudad, parece como si las palabras invitaran al goce y no al descalabro, como si la exuberancia ambiental se inmiscuyera , más allá de la verborrea y la obsequiosidad, en los simples rótulos, en los anuncios, en el mero intercambio comercial.
Veo los blancos Alpes ahora desde mi ancho asiento para alemanes. Un sol perfecto resalta someras nubes sobre algún glaciar. Es obscenamente pronto y no puedo dormir. Dejo atrás la fiesta de la lengua. La geografía aprieta ahora. Hará frío.

17.3.09

La chica de ayer. Medellín


Confieso un cierto resquemor al salir, pero encontré rápido el parque y la posibilidad de un circuito que hoy se ha repetido. El resquemor sigue, pero dominado. A las 6.45 unas niñas del Colegio Salesiano San José siguen uniformadas a una profesora con bata y sentada sobre el quicio de la mesa o a otra que pasea indolentemente recitando en su letanía. Antes he visto la Iglesia del Poblado llena y hoy es lunes. Ya en el parque, una señora reza delante de una escultura de la Virgen Milagrosa resguardada entre palmeras. Está allí en dos vueltas consecutivas, las mismas veces que veo el gallinazo, una especie de buitre pequeño y negro que carroña detritus urbanos. La chica de ayer está barriendo hasta que para y toma su café, de pie. Ve al gallinazo que se pasea entre la basura rota. En otros sitios, son las palomas de la paz las que escarban, aquí son los pájaros de mal agüero. Después de tanta fatiga, mira al animal que ha abierto otra bolsa y le pide suavemente que no le chimbee, que no le va a fastidiar el día nunca más.

PD. Siempre suyo, Guanabana y Papaya