19.2.09

Yes, we run. Washington


Perdóneseme el oportunismo de la frase pero es bien cierto que in illo tempore (long time ago) me repetía un mantra “Juan, you can”, “Juan, you can”,”Juan, you can” para motivarme y subir a las colinas de mis barrios o apretar los dientes cuando no me quedaban fuerzas. Me olvidé después durante cierto tiempo de la cantinela hasta que volvió a aparecer (vino pura, vestida de pureza) en los momentos de máximo esfuerzo… Su adaptación a los nuevos tiempos, luce aparente, “Yes, we run”.

Como era de esperar, no era el único que merodeaba en medio de ese fantástico decorado de películas y de noticieros que es el National Mall (la Casa Blanca, el Capitolio, el monolito memorial de la segunda Guerra Mundial, la sede del FBI) . Estadísticamente hay más corredores con pantalones cortos que con largos a pesar del frío de la mañana y de la estación. Comparo mi trayecto habitual hacia el Parc de Bruxelles y la capital de Europa empequeñece y se embellece a partes habituales. El imperio americano tiene el mismo destino que el que quiso construir Leopoldo, pero quiere creer que no será así y mantiene la esperanza en forma de pins, imanes, facsímiles de portadas, camisetas y mecheros de su presidente. “Yes, we run”.

Mi corazón se sobresalta al llegar a la Library of Congress (ver foto). Después de 20 años de oír su nombre en casa me doy cuenta de que está aquí. Hay una exposición sobre Lincoln, el primer superhéroe norteamericano. Por la noche coincidí con un abogado (A.P.L.) que decía representar a bibliotecarios y educadores en los comités legislativos sobre propiedad intelectual. Era tan igual (por edad y fisonomía) a un allegado de vida conscientemente disipada, que me estremecí. Decía haber representado también en una demanda por apropiación indebida de su biografía a Sam Moore, el de Sam & Dave, del sello Stax, en Menphis. El de la canción “Soul Man”. Esta vez me estremecí aún más. Bibliotecarios y cantantes legendarios representados por el mismo individuo. Me habló con admiración de la exposición sobre Lincoln pero yo ya estaba en otra parte, anticipando Rock Creek’s Park, el destino de hoy. “Yes, we run”.

1 comentario:

Rosa dijo...

Como decíamos anteayer, la vida está llena de coincidencias, y esta del abogado navegando entre bibliotecarios y músicos no deja de tener gracias tambien en nuestro caso.
Y sí, tu puedes.