16.5.09

El Renault 7 en Mazatlán, Sinaloa, México.


De corredor globero a crítico ocasional, de algo hay que morir. Dice Mario Hinojos, el señor de la foto, autor de la novela "Round de Sombra" que no tiene pretensiones intelectuales, sólo creativas. Y yo no me lo creo.
Cierto gafapastismo literario busca desiertos, territorios límites, carreteras, si son secundarias mejor, truculencia. Un cierto aire vintage diríamos. Y si no, qué pinta el R7 accidentado en la costa este americana. Una pena no haber recuperado el color crema que era propio de muchos de ellos. Cierta corriente actual se recrea en la estética serie B. El tufillo manierista se intenta corresponder con la apelación al fragmentarismo. Es entonces cuando asoma la parte más peligrosa, la metaliteratura, el intento de explicación de la poética propia bien de manera directa bien apoyada en el repertorio de citas e introducciones. Son estos los kilos que ha de perder el boxeador antes de su entrada en el ring.
Pero, ai las, resulta que aunque no adelgazó, tiene cintura y combina bien la frase corta y las ráfagas de acciones con sintáxis más atrevidas. Que adjetiva fetén: "canilla cóncava, lampiña y delgada, el jugo agridulce y aceituna", que los temas son buenos, de los que permiten hablar de lleno del amor, el tiempo y la muerte: la renuncia, la desaparición, la impostura, el suicidio. Y es así cómo en tres páginas explica con brío y profundidad la historia del Mongo Minnioso, como un fantástico cuento hipercorto. Es entonces cuando me creo lo de que no tiene pretensiones intelectuales. Estas han enmudecido, han salido del foco y se han convertido en el motor de la búsqueda de la palabra precisa al servicio de diferentes niveles de lectura, donde se cruza la pequeña historia con la gran Historia, las personas con las inspiraciones, el tiempo con sus letras. Y es en estos momentos donde, como el gran Cassius Clay, el texto flota como una mariposa y pica como una abeja.
Intuyo que todo lo que vendrá después está en "Round de Sombra". Será un bonito ejercicio ir desentrañando las señales para los críticos y los lectores del mañana porque su proyecto es muy ambicioso aunque el autor lo niegue.

- "deje de andar de hocicón y concéntrese en lo suyo JJ"

Te tomo la palabra y a otra cosa, mariposa

7 comentarios:

S.C. dijo...

que emoción ver una foto del primer coche que tuvo mi padre... un R7 de lo más flamante, color crema, como no... si, el señor "moreno", tiene porte y garra en los textos que escribe. Yo ando metiéndome aún en el "round"...

Robert S. Meier / J.B. Ballantines dijo...

Contrareseña. O la dignidad gafapastista.
Hace menos de dos meses estuve en casa luego de tres años de ausencia. Un tema al que recurro últimamente. El paseo por casa hizo posibles momentos varios. Primero, claro está, ver a la familia. Después, casi con la misma importancia, ver el puerto en el que crecí y del que, a pesar de las filiaciones primer-mundo estoy, de forma real o fabricada, enamorado. Lo demás fueron dos semanas iniciales jugando al asunto de la escritura. O lo que sería algo similar jugando a los epitextos y los peritextos. (Hago amagues, salto la cuerda, subo y bajo escaleras; pierdo sólo medio kilo). Fue una buena experiencia. Mirar el ejemplar impreso sólo unas horas antes de presentarlo. Llenar el ágora improvisada a los pies de un kiosco en la plazuela donde se hace una feria sobre libros. Una feria a la que asistí ya muchas veces. Como lector adolescente primero, luego como currante librero de ocasión y ahora, como novel autor. De lo que se dijo y de lo que se intentó allí poco vale la pena traer a cuento, aunque sea eso lo que hace prudente este comentario. Sólo reiterar una insistencia pertinente ahora con eso del contrareseñismo: ejercicio. (Abdominales, sentadillas, bicicleta; ni un kilo). A pesar del ejercicio lo menos loable sería pedir entonces indulgencias que apelen a la juventud del autor. Nada de eso. Pero sí insistir en la inocente, no por eso menos genuina, necia, creencia en los proyectos de obra. Entonces lo común de los agradecimientos: el atrevimiento de las citas del crítico, la figura esa, de la avispa y de la mariposa y, sobre todo, el futuro que se augura, idea en común con la inocencia de la obra-proyecto.
Aquí también el punto y aparte necesario, el legítimo gafapastismo. Las pretensiones no son intelectuales, encima de ellas se empeñan las creativas por un asunto sencillo. El joven autor, embelezado sí por los proyectos, por las formas, por las estructuras, por las elucubraciones ombligistas, que, si acaso son en apariencia actuales se intentan ya desde hace demasiado, no es capaz de afiliarse a los intelectuales admirados, no hay verdades disponibles en su mochila negra. No hay oportunidad para hablar más allá de lo poco que pasa por delante suyo, llamémoslo falta de experiencia, llamémoslo modestias falsas y modestias verídicas. Ahora, el argumento es ese. (Salgo a correr al parque, hago calistenia; apenas kilo y medio, ya es bastante.) Agotado por el ejercicio, tal vez me coma un chocolate y la rutina agotadora se prolongue más sesiones. A fin de cuentas es que soy bajito y hacer cintura me resulta un poco más difícil, será por que los kilos que subo se me notan muy rápidamente.

Por aquello de que yo tampoco me lo creo, puede consultar un apunte metaliterario en el siguiente cerrado y muy poco bloguero espacio:
http://archivohashed.blogspot.com/

JULIO PONCE dijo...

bonito carro el de la foto., de que año es ese carro., hay gente que colecciona carros antiguos ese carrito debe tener su valor para algun coleccionista.

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Anónimo dijo...

Hello. And Bye.