18.6.08

Misericórdia''. Rio de Janeiro



- Misericórdia¡¡¡

Sorteo subidas y bajadas espeluznantes y tal que una visión mariana aparece el Sambódromo, tremendo bloque de hormigón cortado por la mitad por una carretera. Es una mezcla entre el Duomo de Bolonia, capado en su extensión por los celos del Papa que pensaba que iba a ser más grande y más largo que San Pedro y el Canódromo Meridiana donde ibamos a pasar tardes de pipas y cigarrillos REX robados.

- Deus me livre¡¡¡¡

He subido y he bajado cuestas espeluznantes mientras oía un canto militar: un grupo de reclutas entrenaba fusil en mano. Su instructor llevaba el lema de los militares contemporáneos: "corrida da pai". He esquivado un autobús con el mismo instinto asesino que los camiones de basura nocturnos ("carros de merda" en un chiste infantil) de Barcelona

- Nossa¡¡¡¡¡

Mientras miraba el suelo para evitar los raíles del tranvía, veía mis pies y también mis manos heladas en una mañana de un invierno nevado y sin luz en Pest, el barrio alto de Buda, imagen especular de la ciudad tropical, extraño mojón en medio de la llanura europea.


NOTA BENE: Una pregunta asolante
¿Derrengarse por las cuestas del barrio de Santa Teresa o de la favela do Plazer en Rio de Janeiro es una muestra más del turismo experimental, esto es, la capacidad de hacer elecciones arbitrarias en la visita de las ciudades para ordenar tu itinerario?
Río de Janeiro. 18-06-08

1 comentario:

Anónimo dijo...

No tengo ninguna duda, de que derrengarse por la cuesta de Santa Teresa e ir a parar al sambodromo sin saberlo, es algo asi como turismo casual, que además rima con tropical y esta fenomenallll

Susana