22.12.07

Las manadas. Barcelona


Este es un metapost: una explicación de lo que me hubiera gustado haber escrito sobre un tema recurrente, un tópico que se me ocurre de manera regular y sobre el que debería escribir o reflexionar o lo que sea. El tema son las hordas de guiris del Park Güell que circulan casualmente por el km mágico de muchos trotantes matutinos. Es en el momento en que quedo engullido por la masa de seres curiosos pero guiados, pienso que sería interesante hablar de la Barcelona real, del continuum turistificado actual, de las actitudes o las edades o las poses de los paseantes del Parc, Park o Parque (cuando era pequeño era el parquegüel). Cuando me siento no veo por donde enfocar el asunto, quizás las vestimentas, quizás la masificación, quizás los colores de la ropa, pero ninguno de ellos me crea un hilo claro. También me fijo en el paso cansino de unos o el interés auténtico de otros por las construcciones gaudinianas o el bosque mediterráneo reconstruido. Me acuerdo de que allí comía pipas, allá cazaba renacuajos, acullá aprendía a ir en bicicleta y entremedio los coches cruzaban el parque sucio, descuidado, espeso. Me desvío de lo que quería decir: los turistas como borregos individualizados o cualquier obviedad pseudoaguda de ese tipo y veo que no tengo más que decir, mon semblable, mon frère, grandísimo hipócrita.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

El parque nunca será lo que fue porque ha pasado de local a universal. Primer conato de bicing en la plaza central donde alquilaban bicis. También había afluencia masiva de pantinadores de ruedas con hebilla y correa de cuero en la pequeña pista que hoy todavía sobrevive.

Juan PEDREGOSA dijo...

cierto, ahí aprendí yo a montgar en bici y de ahí viene uno de mis primeros "retratos",en el famoso burro de cartonpiedra y terciopelo,donde hoy estan los pintores