1.1.08

Paradojas frías. Copenhague


Aunque ya habíamos estado, no me di cuenta de la cantidad de gente que corre, corre y corre a todas horas en Copenhague. Las roderas de los parques, los carriles bicis y las aceras están llenas de personas uniformadas en mallas y cortavientos fluorescentes que se cruzan con ciclistas a -2, -1, 0, 1 o 2 grados de temperatura. Hay tiendas especializadas a cada poco. Los y las daneses y danesas son rubios ( ninguna novedad) estilizados y practicantes genuinos. Fuimos por Hellerup a buscar el mar del Norte el día 31 de diciembre por la tarde. Entonces no había nadie: ni ciclistas ni corredores. Dos pringadetes contra el viento húmedo y racheado. No nos cruzamos en una hora más que con tres personas (eran morenas). Nos imaginamos que todos los practicantes estaban en su casa tirando cohetes e iniciando el largo camino hasta la resaca final. Después de nuestras uvas radiofónicas de postguerra, el paisaje del cielo y el de nuestros oídos era como una noche de San Juan coordinada brillantemente. Vimos todas las variedades de artificio a la misma altura y longitud visual de las 0.00 a la 1.00. Nos fuimos a dormir con la conciencia bien tranquila, en principio.

1 comentario:

Rafael dijo...

Hola Juan, he creado un blog llamado maratonman34, seguro te enganchara, ya me dirás....

Feliz 2008, que todos tus sueños se hagan realidad.

Un saludo.

maratonman34