3.1.09

The wine cooler


Empieza el año como se acabó, abonados al ensimismamiento y al spleen de las tardes de invierno. Busco el poema de Baudelaire, lo repaso y prefiero utilizar otra palabra a la de su título. Me da como un repelús. Encuentro otra frase, que es el título de un blog y que presumiblemente lo será de otro poema que me gusta aún más que la palabra spleen: música del futuro frío. Podría cambiarla yo por música del futuro seco, pero no será así.
Como esto va de correr, confesaremos que las marcas no avanzan y las recuperaciones son más duras. Me estoy haciendo a la idea de "how quickly things turn out another way" como dice el viejo Zuckerman y no hay nada de glorioso ni diría que digno en ello. También me doy cuenta que si seguimos por esta espiral acabaremos en los embudos ya percibidos. No hay más solución que recuperar los ideales (no medios, ideales) de la "joie de vivre", la endorfina, las ganas y las ironías matizadas y que no molesten. Me han regalado una neverita para conservar la temperatura de los vinos cuyo contenido me irá que ni pintado para volver a recuperarlos (los ideales). Ah, el futuro mejor que frío, a temperatura de servicio, "Hypocrite lecteur, - mon semblable, - mon frère!".

2 comentarios:

Salomón Valderrama dijo...

hola Juan:
sí, es lo que vislumbra la mirada perdida, en éxtasis y fe se ven los hielos infinitos del encallamiento sin piel y sin sueños que pastan unos locos niños... dice un poema de "Amórfor": Cuando nací morí primero,/ Cuando morí viví un segundo./ Primero y no un segundo viví:/ Animal, poeta puro.// Músico del futuro frío.../ Iluminado, inclemente crío./ Pintor, escultor lúgubre de río:/
Manumisor de Sonido.


un abrazo,

Juan PEDREGOSA dijo...

Manumisor de sonido y manumisor del ritmo necesario