Sé que después de tanto tiempo ya puedo correr más de una hora. Las rodillas, las choquezuelas de Sancho, responden. Se tiene que recuperar el tono muscular, hacer minutos, volver al sacrificio y a comprimir los horarios. La vida que he añorado tanto y que me espera de nuevo.
También sé que ni la fuerza ni la ilusión son las mismas. Ya conozco los límites y sus caminos. He escrito durante 5 años sobre correr y he procurado no hablar de ello sino de lo adyacente, de lo que se va después de cada vez me pongo unas zapatillas.
Ya está todo dicho.
Ver cristaltunel2 en un mapa más grande












ha pasado por esto y yo le cuento las mías. Mi padre me refiere las de su padre y las de su abuelo. Mi hijo ha crecido pero se ha ido lejos. Mi hijo vuelve y hablamos. Él no se acuerda de nada pero ya sabe todas las historias. Mi hijo siempre quiere que hablemos de ellas. Siempre quiere volver a empezar.

