17.5.08

Campos de Castilla


Los molinos que son ahora ruedas de viento no muelen más que el aire que pasa a su alrededor en los cuatro parques eólicos que como refugio temático de lo medioambiental y reciclable van inundando los paisajes. Los gigantes son las torres eléctricas que dejan su destello negro en el negro paisaje de Castilla. Las lomas y los campos son rectas y falsos llanos, largas bajadas y largas subidas también en un paisaje que no es tan monótono como se anuncia, es que simplemente la variedad aparece en intervalos mayores. El aire seco aventa la espléndida visibilidad en todo momento.

Así ocurre con los pájaros, que es donde de manera más conspicua aparecen, variedades ornitológicas que hacen olvidar al gorrión y palomas urbanos y que traen otros tiempos de menos uniformidad natural, espacial y también mental.

La perla del sudor se estrella contra el campos de entrenamiento de los mejores atletas y ciclistas, que son los del centro y del norte de España. El Mariano Haro de nuestra infancia, ahora convertido en alcalde perpetuo, mientras juega la partida de la tarde, recuerda sus finales perdidas en los primeros años de la democracia. Mario Haro es el fundador catódico del arte de correr patrio, que se cifra en quedar detrás de los que ganan.

Castilla son pues pieles, huesos, nervios y músculos finos más polvo imperial e hidalguías lejanas.

Ahora yo corro en la mañana de verano y me cruzo con un agricultor, que fuma en su tractor con cabina y aire acondicionado. Gracias a él, Castilla no se despuebla del todo. Gracias a mí, aún se mantiene viva la llama en agosto en los pueblos moribundos. La pretensión de salvarse sólo con el románico aparece como una gesta vana, de segundones que se quedaron en la tierra de los unigénitos.


En un pueblo de Palencia (10-08-04)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno, muy bueno, ha valido la pena esperar. Hasta tiene estilo castellano. Sólo un problema: difícil mantener el listón cada semana; ya sabes que te queremos destelleante, però sin la monotonía de los intermitentes.

Ignasi

Juan PEDREGOSA dijo...

es que sabes que soy un poco canso..