13.4.09

VISTAS DESPEJADAS (2007-2009)

He recorrido parques a la tarde y a la mañana, puertos y playas, urbanizaciones y murallas, centros de ciudad y polígonos industriales. No me adentré por parajes inexplorados y si lo hice fue con aprensión y sin voluntad de ver, sólo huir. He visto la foto inversa de las industrias y los cementerios industriales olvidados simplemente unos años antes. He tenido la sensación de las mañanas extrañas en los países raros y la certidumbre de descubrir algo que, después de escrito, es solo recuerdo. Mero heroísmo urbano.

Han sido días de pequeñas exploraciones y pequeños descubrimientos. Correr es una posibilidad de experiencia estética: a pocos metros de donde estés siempre habrá un escenario móvil, con profundidad de caja y atrezzo natural y un presumible hallazgo visual o de otra índole. Correr es una palanca hacia otros tiempos de menos uniformidad natural, espacial y también mental. Necesitamos otros sitios, candidatos al desfile de lo bello y después al de lo manido aunque todo sea reconocible: las vacuas novedades y los restos de un pasado que empieza a ser lejano pero que sigue pesando lento, muerto, pobre y lo que es peor, equiparable.

Pero también hay veces en que el mundo es un pequeño lugar tranquilo, que sus restos son habitables, que hay gratitudes irremediables o que disfrutamos del regalo de la luz reparadora. El esfuerzo es un ejercicio de nostalgia, un seguro activador de los resortes de la evocación. Así, las mañanas son extrañas y son también estados de ánimos, unas veces errantes y otras veces fluyentes y las serenas o las muy serenas se apuran respirando fuerte. En la ciudad, con suerte, el sol pálido mece un leve viento o el pálido viento mece un leve sol.

Sólo quedan sensaciones sobreexpuestas. Los capítulos de gozo y de los momentos de nostalgia, del tanto tiempo perdido y del tanto tiempo aprendido. El cuerpo que se resiente. El recuerdo que se desvanece. La vida animal de la ciudad vista y oída. El renacer necesario. La corta vida de perro por gastar. Las geografías trastocadas en un mundo más corto aún.

Ha sido un ascensión a lo divino real. Todo ha sido rápido, extraño y amenazante.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Se te lee y se te aprecia. Fabulosas notas sobre correr y los escenarios vivos.

Saludos
SPJ

Juan PEDREGOSA dijo...

cosa que se agradece
long life a los globeros